El 21 de abril de 2024, el pueblo ecuatoriano dijo un rotundo NO a la posibilidad de volver al trabajo por horas, a través del referéndum popular. Esta decisión marca un hito en la historia laboral del país, pues reafirma el derecho de los trabajadores a un empleo digno y estable, consagrado en la Constitución de 2008.
¿Qué significa este resultado?
- La prohibición del trabajo por horas, vigente desde 2008, se mantiene firme. Esto implica que los empleadores no pueden contratar a trabajadores por horas sueltas, sino que deben ofrecerles contratos con jornadas laborales definidas y todos los beneficios de ley.
- Se rechaza la precarización laboral: El trabajo por horas es considerado una forma de precarización laboral, pues genera inestabilidad e incertidumbre en los ingresos de los trabajadores. La decisión del pueblo ecuatoriano busca combatir estas prácticas y promover un mercado laboral más justo y equitativo.
- Se fortalece la seguridad jurídica de los trabajadores: Con la eliminación de la posibilidad del trabajo por horas, los trabajadores tienen mayor claridad sobre sus derechos y obligaciones, lo que les permite exigir el cumplimiento de las normas laborales.
¿Cuáles son los beneficios de esta medida?
- Mayor estabilidad laboral: Los trabajadores tendrán la seguridad de contar con un empleo fijo y con un salario predecible, lo que les permitirá planificar su futuro con mayor tranquilidad.
- Acceso a beneficios de ley: Los trabajadores que tengan contratos con jornadas laborales definidas tendrán acceso a todos los beneficios de ley, como seguro social, décimo tercer sueldo, décimo cuarto sueldo, vacaciones pagadas, entre otros.
- Disminución de la informalidad: Al eliminar el trabajo por horas, se espera que disminuya la informalidad laboral, lo que a su vez contribuirá a un aumento de la recaudación de impuestos y a la mejora de las condiciones generales de trabajo en el país.
El camino hacia un trabajo digno
La decisión de eliminar el trabajo por horas es un paso importante en la lucha por un trabajo digno en Ecuador. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a empleos decentes que les permitan satisfacer sus necesidades básicas y vivir una vida digna.
Es fundamental que el gobierno, los empleadores y los trabajadores continúen trabajando juntos para crear un mercado laboral más justo y equitativo, donde el trabajo sea un medio para el desarrollo personal y social, y no una fuente de explotación y precarización.