Una serie de intensas lluvias monzónicas han desencadenado inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en Pakistán e India, causando una tragedia humanitaria que ha dejado al menos 740 muertos y más de 210,000 personas desplazadas en ambos países. Las regiones más afectadas incluyen la provincia de Khyber Pakhtunkhwa en Pakistán y la región de Jammu y Cachemira administrada por India, donde los fenómenos climáticos extremos han devastado comunidades enteras.
En Pakistán, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) reporta que desde el 26 de junio, las inundaciones han causado 706 fallecidos, con 427 en Khyber Pakhtunkhwa, y 958 heridos. El distrito de Buner ha sido especialmente golpeado, con 274 muertes y 209 personas aún desaparecidas. Las lluvias torrenciales, intensificadas por el cambio climático, han destruido 1,676 edificios, incluyendo 562 completamente arrasados, y han dañado carreteras, puentes y cultivos en distritos como Swat, Abbottabad y Shangla. Además, la liberación de agua de represas desbordadas en India hacia ríos como el Sutlej ha exacerbado las inundaciones en Punjab, forzando la evacuación de más de 150,000 personas.
En India, las inundaciones han cobrado al menos 34 vidas en la región de Jammu y Cachemira, con deslizamientos de tierra afectando una ruta de peregrinación hindú en Katra. En la aldea de Chositi, distrito de Kishtwar, al menos 60 personas murieron y 80 permanecen desaparecidas tras un aguacero que arrasó con comunidades. Más de 4,000 peregrinos fueron evacuados, y las operaciones de rescate continúan con el apoyo de 150 tropas del ejército. Las lluvias, descritas como récord por el Departamento Meteorológico de Pakistán, han dañado infraestructura crítica, incluyendo puentes y torres de comunicación, dejando a millones incomunicados.
Expertos atribuyen la intensidad de estas inundaciones al cambio climático, que ha incrementado la frecuencia de fenómenos como los “cloudbursts” (lluvias extremas de más de 100 mm por hora) y el deshielo glaciar. En Pakistán, la deforestación y la planificación urbana inadecuada han agravado la vulnerabilidad de las comunidades, mientras que en India, los proyectos hidroeléctricos en zonas frágiles han generado críticas por su impacto ambiental.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ha elogiado los esfuerzos de evacuación y anunció la distribución de ayuda, mientras que en India, las autoridades han emitido alertas de inundaciones adicionales hasta finales de agosto. La comunidad internacional, incluyendo China y los Emiratos Árabes Unidos, ha ofrecido asistencia humanitaria a Pakistán, que recuerda la devastadora inundación de 2022 que dejó más de 1,700 muertos.
Las autoridades de ambos países instan a los residentes a evitar ríos y preparar kits de emergencia, mientras los pronósticos advierten de más lluvias en los próximos días, lo que podría agravar la crisis en esta región vulnerable del sur de Asia.