La industria florícola ecuatoriana enfrenta un nuevo desafío tras la imposición de una sobretasa arancelaria del 15% por parte de Estados Unidos, que eleva el arancel total para las rosas ecuatorianas al 21.8%, frente al 6.8% previo. Esta medida, anunciada por el presidente Donald Trump como parte de una estrategia de ajuste arancelario recíproco, entró en vigor el 7 de agosto de 2025 y afecta a las exportaciones ecuatorianas, incluyendo a las rosas, uno de los principales productos no petroleros del país. La decisión, que busca reducir el déficit comercial de EE.UU., ha generado preocupación entre los floricultores y el gobierno ecuatoriano, que negocian contrarreloj para mitigar el impacto.
Contexto de la Medida
Estados Unidos es el principal mercado para las rosas ecuatorianas, absorbiendo cerca del 45% de las exportaciones, con un valor anual de aproximadamente $650 millones, según el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca. Hasta noviembre de 2020, las rosas ingresaban con un arancel del 6.8%, pero gracias a un acuerdo con la Casa Blanca, se incluyeron en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), permitiendo su entrada con cero aranceles desde el 1 de noviembre de 2020 hasta marzo de 2025. Sin embargo, la reciente política de Trump, que impone un 15% adicional a países con balanza comercial negativa con EE.UU., como Ecuador, ha revertido este beneficio, aumentando el arancel total al 21.8%.
Impacto en la Industria Florícola
La Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores) estima que el nuevo arancel podría generar pérdidas de hasta $100 millones anuales y reducir la competitividad frente a países como Colombia, que enfrenta tarifas más bajas debido a su acuerdo de libre comercio con EE.UU. Alejandro Martínez, presidente de Expoflores, señaló que el sector, que genera más de 100,000 empleos directos (51% ocupados por mujeres), enfrenta un “desafío crítico”. “Estamos trabajando con el gobierno para mitigar este impacto, pero necesitamos acciones rápidas”, afirmó en un comunicado.
El incremento arancelario encarece el precio final de las rosas en EE.UU., lo que podría reducir la demanda en un mercado clave, especialmente en temporadas altas como San Valentín. Además, productos no tradicionales como las rosas enfrentan una desventaja estructural frente a países con tratados comerciales, según la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).
Respuesta del Gobierno y Negociaciones
El gobierno ecuatoriano, liderado por el ministro de Producción, Luis Jaramillo, está en la cuarta ronda de negociaciones con Washington para reducir o eliminar la sobretasa. Jaramillo expresó optimismo, afirmando que “pronto habrá buenas noticias”, aunque las conversaciones son confidenciales. La portavoz gubernamental, Carolina Jaramillo, admitió que el anuncio del aumento arancelario tomó al gobierno por sorpresa, pero destacó los esfuerzos para lograr un acuerdo comercial que beneficie al sector exportador.
Expoflores y Fedexpor han activado canales diplomáticos y técnicos, colaborando con asociaciones estadounidenses como la Association of Floral Importers of Florida (AFIF) para presionar por una solución. La ausencia de un tratado de libre comercio con EE.UU. agrava el impacto, ya que productos como el banano, el cacao y el camarón, que antes ingresaban sin aranceles, ahora enfrentan el 15%.
Reacciones y Perspectivas
En redes sociales, hashtags como #RosasEcuatorianas y #ArancelesTrump reflejan la preocupación del sector. Usuarios como @elcomerciocom han compartido que más de 2,000 empresas exportadoras ecuatorianas dependen del mercado estadounidense, donde Ecuador envía $97 millones semanales en productos no petroleros. La sociedad civil y gremios exigen un acuerdo comercial urgente para evitar una “brecha de competitividad” frente a competidores como Países Bajos y Colombia, los líderes mundiales en exportación de flores.
Mientras las negociaciones avanzan, el sector florícola ecuatoriano, reconocido por su alta calidad y cumplimiento de estándares laborales y ambientales, enfrenta un momento crítico. La resolución de este desafío determinará si las rosas ecuatorianas pueden mantener su posición en el mercado estadounidense, que representa el 40% de sus exportaciones globales.