Dos cazas F-16 de la Fuerza Aérea Venezolana realizaron un sobrevuelo sobre el destructor estadounidense USS Jason Dunham, desplegado en aguas internacionales del mar Caribe, en lo que el Pentágono calificó como una demostración de fuerza provocadora. El incidente se registró el jueves 4 de septiembre y fue reportado por CBS News como una maniobra de exhibición militar en medio de crecientes tensiones entre Washington y Caracas.
El USS Jason Dunham forma parte de una flotilla de la Armada de Estados Unidos destinada a operaciones antinarcóticos y de lucha contra el “narcoterrorismo” en la región. Según el Departamento de Defensa de EE. UU., los dos F-16 venezolanos armados volaron a baja altitud y a escasa distancia del buque, aunque sin llegar a realizar disparos o maniobras hostiles directas que pongan en riesgo la integridad física de la nave.
En un comunicado oficial, el Pentágono describió el episodio como “altamente provocador” y advirtió al régimen de Nicolás Maduro que no interfiriera con las misiones contra el narcotráfico y el terrorismo llevadas a cabo por el ejército estadounidense. “Al cartel que dirige Venezuela se le advierte firmemente que no intente ningún esfuerzo adicional por obstruir, disuadir o interferir con nuestras operaciones”, señaló la vocería del Departamento de Defensa en redes sociales.
Este sobrevuelo se produce apenas dos días después de que las fuerzas navales de Estados Unidos llevaran a cabo un ataque letal contra una embarcación presuntamente venezolana que transportaba droga en el Caribe, en el cual murieron 11 personas, según informó la Casa Blanca y confirmó el secretario de Estado, Marco Rubio. Por su parte, el gobierno de Maduro rechazó las acusaciones y aseguró que Washington utilizó inteligencia artificial para falsificar el video del operativo publicado por el presidente Donald Trump.
Analistas internacionales coinciden en que esta escalada de maniobras militares y de hostilidades verbales podría complicar aún más las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, con potenciales repercusiones en la seguridad regional y en las rutas del narcotráfico en el hemisferio. Se espera que en las próximas horas el Pentágono monitoree de cerca cualquier nueva interacción de la aviación y la armada venezolanas en la zona, mientras el Departamento de Estado evalúa posibles sanciones adicionales.