Petropavlovsk-Kamchatsky, 30 de julio de 2025 – Un devastador terremoto de magnitud 8.8 sacudió la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, el martes 29 de julio a las 23:25 GMT, desencadenando un tsunami que ha afectado múltiples regiones del océano Pacífico. El epicentro se ubicó a 136 kilómetros al este de Petropavlovsk-Kamchatsky, a una profundidad de 19 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El evento, ocurrido en una falla de megacabotaje donde la placa del Pacífico se desliza bajo la placa Norteamericana, ha generado olas de hasta 5 metros en algunas áreas, según reportes oficiales.
En Rusia, las autoridades confirmaron que una ola de tsunami de entre 3 y 4 metros golpeó el distrito de Yelizovo, en Kamchatka, mientras que en la isla de Sajalín, en la región de Severo-Kurilsk, se reportaron inundaciones. El gobernador de Kamchatka, Vladimir Solodov, ordenó evacuaciones masivas hacia terrenos elevados, y hasta el momento no se reportan víctimas fatales, aunque sí daños materiales menores y cortes de electricidad.
La Agencia Meteorológica de Japón emitió alertas de tsunami para las costas de Hokkaido, Chiba y Wakayama, con olas iniciales de 30 centímetros ya registradas y advertencias de posibles olas de hasta 3 metros. En Hawái, las sirenas de evacuación resonaron en Honolulu, con olas esperadas de hasta 3 metros a partir de las 19:17 hora local. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) también advirtió sobre riesgos en Alaska, Guam, México, Ecuador, Chile y Colombia, con olas que podrían superar los 3 metros en algunas zonas.
En América Latina, el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada de Ecuador (Inocar) alertó sobre una “alta probabilidad” de tsunami, con olas de hasta 1.5 metros esperadas en las Islas Galápagos y de 1 metro en la costa continental. En Chile, la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) activó protocolos de evacuación en regiones costeras como Valparaíso y Antofagasta. México reportó que las olas no superarían los 20 centímetros, mientras que Perú descartó una alerta de tsunami.
El sismo, uno de los más intensos desde el terremoto de Japón de 2011, ocurrió en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica. Réplicas, incluyendo una de magnitud 6.9, han mantenido en alerta a las autoridades. Los servicios de emergencia internacionales están coordinando esfuerzos para monitorear la situación, mientras los gobiernos de los países afectados instan a la población a seguir las indicaciones de seguridad y evitar las zonas costeras hasta que las alertas sean levantadas.