Un desprendimiento de roca de aproximadamente 12 000 metros cúbicos se produjo el sábado 6 de septiembre en el Cirque du Fer à Cheval, en el municipio de Sixt-Fer-à-Cheval, Francia, sin dejar víctimas ni heridos.
El colapso ocurrió a una altitud cercana a los 1 300 metros, en el sector Méridienne as Noir, una de las rutas de senderismo más transitadas de la región. Excursionistas que pasaban por el área alertaron de un fuerte estruendo antes de notar el avance de la masa rocosa hacia el fondo de la Combe.
La prefectura de Alta Saboya desplegó ocho bomberos apoyados por perros de búsqueda, drones y cuatro gendarmes para evaluar la estabilidad del terreno y descartar riesgos adicionales. Especialistas en deslizamientos y técnicos del servicio de Restauración del Terreno Montañoso (RTM) se encargan de los análisis preliminares para planificar trabajos de contención y limpieza.
Como medida de precaución, las autoridades locales han cerrado temporalmente el acceso al fondo de la Combe. La sección derecha del sendero permanece operativa, con balizas y señalización reforzada para guiar a los visitantes y garantizar su seguridad durante la temporada alta de turismo de montaña.
El alcalde de Sixt-Fer-à-Cheval anunció que las labores de retirada de escombros y refuerzo de las laderas podrían prolongarse varias semanas. Mientras tanto, los operadores turísticos han desviado rutas y adaptado sus ofertas para minimizar el impacto en los visitantes.
Se prevé que, una vez concluidos los estudios de estabilidad y las obras de contención, el emblemático Cirque du Fer à Cheval vuelva a recibir senderistas y escaladores bajo estrictas medidas de vigilancia y mantenimiento preventivo.