El presidente Nicolás Maduro afirmó el viernes 5 de septiembre que Venezuela “aún sigue en la fase de lucha no armada, política y comunicacional”, pero advirtió que, de ser agredida, pasaría a “una etapa de lucha armada, organizada, de todo el pueblo contra la agresión” para defender la paz y la integridad territorial .
En respuesta a lo que califica como amenazas de Estados Unidos en el Caribe, Maduro ordenó la activación operativa de la Milicia Nacional Bolivariana, que acumuló 4,5 millones de milicianos y sumó a 8,2 millones de ciudadanos al alistamiento a través del Plan Nacional de Soberanía y Paz, con un registro permanente en la plataforma estatal Sistema Patria .
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, detalló que, por instrucción de Maduro, se reforzó la presencia militar en zonas estratégicas como la Guajira, la península de Paraguaná, Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro, con patrullajes navales, fluviales, vigilancia aérea y despliegue de infantería para combatir el narcotráfico y garantizar el control territorial .
Maduro denunció la construcción de “expedientes absolutamente falsos” que vinculan a Venezuela con el narcotráfico para justificar un posible cambio de régimen y exigió a Estados Unidos “respeto para que Venezuela respete”, advirtiendo que cualquier agresión externa desencadenaría la defensa organizada de todo el pueblo venezolano .
El mandatario también solicitó al secretario general de la ONU, António Guterres, interceder para frenar las acciones de Washington y respetar la soberanía e integridad de Venezuela, al tiempo que pidió a la Celac un llamado al retiro inmediato de las fuerzas estadounidenses desplegadas en el Caribe .
Por su parte, la Casa Blanca ha movilizado más de 4 000 tropas y activos navales en la región con argumentos antidrogas, y el presidente Donald Trump advirtió que los aviones venezolanos que pongan en “una posición peligrosa” a las fuerzas estadounidenses serían derribados, elevando la tensión en América Latina .